Incentivadas por la nueva demanda que originaba los barcos de hierro y a vapor surgieron una serie de pequeñas fundiciones repartidas por el arco de la Bahía que, a manera de industria auxiliar, prestaban a la Marina de Guerra y Mercante soluciones básicas en averías y pequeñas reparaciones. 

Se fundían todo tipo de piezas, se arreglaban y construían máquinas a vapor y todos los elementos necesarios en la habilitación de embarcaciones.

Entre la corta nómina de fundiciones estaban las siguientes : La más antigua de ellas, la Fundición de Hierro y Bronce del Balón, propiedad de Jorge Rollo y posteriormente de su viuda, se situaba en la calle Sabn Francisco de Paula. Desde su apertura, esta fundición contó con una buena cartera de clientes, entre los que se contó desde sus inicios al Gobierno para el arreglo de la maquinaria de sus buques. Allí se construian toda clase de piezas de fundición, prensas, hidraúlicas, de husillos, fuentes, maquinaria de vapor, bombas, calderas, chimeneas, rejas, cancelas, etc, y todas las piezas necesarias para la habilitación de los buques. En pocos años surgieron otras, como la de José Granados en Puntales, Manuel Luque en el Balón, Juan Antonio García en la Primera Aguada, Rafael Mato en calle Jesús, Maria y José y Achiller Bruschet en Segunda Aguada. Pero entre todas ellas destacan dos; la Empresa Gaditana del Trocadero y los talleres de Thomas Haynes en Puntales.

Bibliografía: "Sons of Thomas Haynes, pioneros en la moderna Construcción Naval gaditana". Jesús Romero Gonzalez. Revista " Gades" nº 22. Diputación Cádiz